Estudios previos muestran que cuando a niños de entre dos y tres años se les presenta un objeto con forma de pelota, lo identifican como pelota, cosa que no ocurre cuando se les muestran objetos con tamaños y texturas similares a los de una pelota.
En este nuevo trabajo, los investigadores han utilizado a Gable, un border collie de cinco años, para averiguar si los perros asocian palabras con objetos de la misma manera que los seres humanos.
Tras un breve entrenamiento, Gable aprendió a relacionar el nombre de un objeto con su tamaño e identificó objetos de tamaños similares por el mismo nombre.
Después de un periodo de entrenamiento más largo, aprendió a asociar una palabra con objetos de texturas similares, pero no de formas semejantes.
El experimento consistió en enseñar a Gable a identificar un objeto al que se le dio el nombre arbitrario de dax. A continuación se seleccionaron otros nueve objetos con formas, texturas y tamaños diversos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario