

Ésta es la historia de una pequeña nación caribeña
que decidió escarmentar a una gran potencia dándole a probar un poco de
su propia medicina.
Hablamos de Antigua y Barbuda. Esta excolonia
británica hace años mantiene una disputa con Estados Unidos, al que
acusa de sabotear su sistema de apuestas en línea, un negocio al que le
había apostado como alternativa a una industria del turismo en caída.
Estados Unidos prohibió las apuestas
en internet en páginas con sede en el extranjero, algo que según las
autoridades de Antigua tenía como objetivo frustrar el enorme mercado
que tenían en Estados Unidos y les habría costado millones de dólares y
muchos puestos de empleo.
Tras años de litigio sin llegar a un acuerdo,
Antigua y Barbuda anunció su intención de abrir una página de descargas
en internet para escarmentar a Estados Unidos, ya que a través de ella
se venderán películas, música y juegos sin pagar derechos de autor a sus
dueños estadounidenses.
Un plan al que la Organización Mundial del
Comercio le dio luz verde esta semana, al reconocer el derecho de
Antigua a implementarlo, lo que generó airadas protestas del "Goliat" de
esta historia, que califica la medida de "piratería de estado".
Privilegio merecido
Un alto comisionado de Antigua basado en Londres le dijo a la BBC que el país tiene derecho a ejecutar su amenaza.
"La mayor organización de comercio del mundo,
habiendo revisado el caso de Antigua y Barbuda y su habilidad para
recuperarse del negativo impacto de las acciones unilaterales e
indiscriminadas de Estados Unidos, ha tomado su decisión", contó Carl
Roberts.
"Antigua y Barbuda siempre ha merecido el
privilegio de utilizar sus derechos legales en ley internacional. Esta
es una de nuestras soluciones mientras tratamos de encontrar una salida
equitativa y justa en nuestro caso".
Roberts tiene algunas objeciones a la
descripción que Estados Unidos ha dado de la página en cuestión, que
vendería películas, música y juegos sin pagar derechos de autor a sus
dueños estadounidenses, y que calificó de piratería de estado".
La disputa
Esta disputa data de la década de los 90, cuando
Antigua y Barbuda, una excolonia británica, trató de desarrollar una
industria del juego a través de internet para contrarrestar el declive
del turismo.
Según el país, sus esfuerzos se vieron truncados
por la decisión estadounidense de fortalecer leyes que ilegalizaron las
apuestas electrónicas en páginas con servidores en el extranjero.
Antigua se quejó ante la OMC sobre las acciones
estadounidenses en 2003, alegando que puestos de trabajo e ingresos se
perdieron por estas políticas.
En 2005 el organismo de comercio dictaminó que
la ley discriminaba injustamente a compañías extranjeras, aunque Estados
Unidos insistía que no estaba afectando sus compromisos con la OMC
porque no impedía la práctica.
Más tarde se acordaron unas compensaciones, pero
Antigua mantiene que éstas deben ser de US$3.440 millones al año. En
2007 la OMC acordó que la nación caribeña suspendiera los derechos de
propiedad intelectual hasta una pequeña suma de US$21 millones al año.
Pero este lunes, este organismo dio a Antigua
autorización final para vender películas, música, juegos y programas a
través de una tienda en internet que podrá ignorar los derechos de
propiedad intelectual estadounidenses, así como reclamos de marca.
Esfuerzos insuficientes

Antigua reclama millones a Estados Unidos por truncar su negocio de apuestas en línea.
Estados Unidos ha respondido con una advertencia, alegando que una página semejante cometerá un "robo".
"La piratería autorizada por el gobierno minará
la oportunidad de llegar a un acuerdo", dijo un portavoz de la oficina
de representantes del comercio de Estados Unidos.
"También será un gran impedimento para la
inversión extranjera en la economía de Antigua, sobre todo en industrias
de tecnología. Estados Unidos urge a Antigua a considerar las
soluciones que beneficiarían su economía. Sin embargo, Antigua ha
bloqueado repetidamente estas negociaciones con ciertas demandas poco
realistas", añadió.
Para Roberts estas declaraciones son una
retórica que ayuda poco y sugiere que Estados Unidos no ha hecho
suficientes esfuerzos para solucionar la disputa.
"Si haces ofertas y las ofertas no son aceptadas, eso significa que no has tocado el asunto central", dice.
"No puedes decir que sólo porque has puesto algo sobre la mesa tiene que darse una expectativa automática de aceptación".
Ventas legales
Expertos en derecho señalaron a la BBC que si
Antigua arma la página de descargas será legal que la usen personas de
otros países como Reino Unido, quienes podrán comprar películas y música
en ella.
"Si la página está basada en Antigua, los
archivos se venden en moneda local y no se promueve entre suscriptores
extranjeros o visitantes, no hay nada que pueda hacerse para evitar
esto", afirmó Aaron Wood, un especialista en propiedad intelectual en la
firma de abogados Briffa.
"Asumiendo que establecen una página de
visionado en línea, que británicos paguen por una palabra clave, sería
completamente legal. También imagino que que la armarán de modo que no
se sepa dónde está basado el usuario, para poder decir que ignoran su
ubicación", indicó.